Cada día estamos más conectados. Es una realidad que puede gustar más o menos, pero es una realidad al fin y al cabo. No sé si habéis hecho la prueba, pero resulta tremendamente complicado encontrar a alguien que no utilice Facebook, Whatsapp o Twitter a diario.

Internet ha sido la llave que ha hecho posible esa realidad para cientos de millones de usuarios. Consumidores que acceden a diario a la Red, que comparten, que se comunican, que buscan, que encuentran... que "viven" en la Red. Pero no sólo de perfiles personales viven las redes sociales. Y es que éstas basan parte de su éxito en la integración, la inmediatez y la interconexión, y esas herramientas no son sino un nuevo abanico de posibilidades a la hora de potenciar un negocio.

Y es precisamente en ese contexto donde nacen empresas como QDQ -más info aquí- especializadas en desarrollar comunicación online. Sin duda una manera de adaptarse a los tiempos que corren y potenciar la visibilidad de las Pequeñas y Medianas Empresas, que, pese a no pasar por su mejor momento, siguen siendo el principal motor económico de nuestro país. Son empresas que destacan por su adaptación dentro de un entorno demandado y complejo, que ofrecen a las PYMEs, soluciones digitales, actuales, y ayuda para rentabilizar su presencia en Internet.

Igualmente parto de la convicción de que una empresa tiene que desarrollar su estrategia en las redes sociales con un sentido distinto al usuario convencional. Los emprendedores han de buscar y demandar herramientas que les permitan gestionar su actividad online en cualquier momento y en cualquier lugar; que les permitan transmitir modernidad, tecnología y cercanía a sus clientes.

La realidad, esa realidad de la que hablaba al comienzo, es que hoy en día es imprescindible tener presencia en Internet para fortalecer tu marca, subir las ventas y mejorar tu servicio. A fin de cuentas estas plataformas no hacen sino convertir al cliente en la mejor publicidad. Y para un pequeño negocio eso puede ser la diferencia entre el fracaso, el éxito; entre sobrevivir... o desconectarse.