Hablar de Baldur’s Gate es hablar del gran clásico entre los clásicos de los juegos de rol computerizado. Su legado y su influencia están muy presentes en gran cantidad de los títulos que conforman el panorama del videojuego actual. Un juego con una profundidad, libertad y capacidad de personalización nunca vistas hasta entonces. Un juego que muchos tenemos como uno de los mejores -sino el mejor- RPG de la historia.

Quince años después Pillars of Eternity pretende devolvernos la magia, la ambientación, la jugabilidad y esa aura cautivadora y mítica propia de los grandes clásicos del género; un deleite para los sentidos de los veteranos en los juegos de rol y una experiencia inigualable para los recién llegados. Me han bastado unas semanas perdiéndome virtualmente por el mundo de Eora para confirmar que Pillars of Eternity es la oportunidad de volver a revivir un JUEGAZO infinity engine de corte clásico como los de antaño. Un juego que rezuma a Baldur's Gate del bueno por los cuatro costados. ¿Y sabéis lo mejor? Con versiones nativas para OSX y... ¡Linux!

Quince años después Pillars of Eternity pretende devolvernos la magia, la ambientación, la jugabilidad y esa aura cautivadora y mítica propia de los grandes clásicos del género; un deleite para los sentidos de los veteranos en los juegos de rol y una experiencia inigualable para los recién llegados. Me han bastado unas semanas perdiéndome virtualmente por el mundo de Eora para confirmar que Pillars of Eternity es la oportunidad de volver a revivir un JUEGAZO infinity engine de corte clásico como los de antaño. Un juego que rezuma a Baldur's Gate del bueno por los cuatro costados. ¿Y sabéis lo mejor? Con versiones nativas para OSX y... ¡Linux!