Hay unos vídeos que PokerStars hizo hace un tiempo en una serie titulada “Inside PokerStars” que pretenden enseñar cómo funciona realmente esta enorme empresa. Damos por supuesto que realmente no nos van a contar todos sus secretos, de hecho, en uno de los episodios, exponen los mecanismos de control que emplean para que la gente no haga trampas y la verdad es que no dicen demasiado, lo cual por otro lado tiene bastante sentido. Aunque no se nos descubra nada nuevo en estos vídeos, resulta muy curioso ver la infraestructura física que hace falta para hacer que funcionen millones de partidas virtuales por todo el mundo.

Cuando uno está jugando en su casa no se imagina dónde está ocurriendo realmente la partida, algo que podemos descubrir con el visionado de estos vídeos. Su centro de operaciones está en la Isla de Man, en el Reino Unido, y es allí donde se encuentran los servidores y sistemas de almacenamiento de la compañía. El complejo casi parece el Pentágono.

Cualquier tipo de servicio en la red tiene que cumplir ciertas garantías, pero si estamos hablando de alguien que provee a más de 100 millones de usuarios y que tiene que gestionar millones de operaciones con dinero, el cuidado tiene que ser mucho mayor. A nivel de los clientes individuales hay métodos de seguridad con soporte físico como los tokens RSA, que también se usan en esta página, u otros sistemas para controlar el acceso a las cuentas e intentar evitar suplantaciones de personalidad. A la hora de hablar del control de acceso al lugar donde se producen todos los movimientos y transacciones de las mesas online, el nivel de seguridad toma tintes de películas de espías.



El centro de datos de PokerStars tiene distintas habitaciones a las que solamente pueden acceder tres o cuatro empleados de los aproximadamente 2000 que trabajan en la empresa. Así se sabe quién entra y quién hace qué.

Además de las habituales acreditaciones y códigos para abrir puertas, hay dos niveles biométricos, esto es: de reconocimiento de una característica biológica que en este caso son las huellas dactilares del personal autorizado.

En esta serie de vídeos también se explica que los servidores se encuentran en una especie de refrigerador que conserva el aire frío para que no se recalienten y, aunque no se muestra en imágenes, la compañía también cuenta con una sala dedicada al almacenamiento de baterías que están protegidas por un sistema que detecta el fuego prácticamente antes de que se inicie, y tiene unos tanques de IG-55/Argonite (una composición al 50% de Argón y Nitrógeno) que en caso de incendio dejaría la sala sin oxígeno de manera que el fuego no se pudiera extender, extinguiéndolo sin dañar los equipos.

Además de los servidores, también están los sistemas de almacenamiento que recogen las distintas transacciones de los clientes. Tienen hasta su propio internet; cables de fibra óptica que se extienden desde la isla al Reino Unido e Irlanda y forman un anillo con el resto de Europa. Al emplear líneas privadas evitan usar proveedores y que el tráfico de sus páginas tenga que pasar por ningún tipo de intermediario.

Son cosas que si las piensas, te las puedes imaginar pero tiene su gracia ver cómo funciona una web de juego online, con todas esas máquinas y protocolos. Es como que le quita un poco la magia pero la verdad es que resulta muy interesante. En otro de los vídeos explican cómo se barajan las cartas, o mejor dicho, cómo se recrea ese proceso de una manera virtual; el reto ahí es crear una ilusión de la aleatoriedad que se da en la naturaleza, y para ello se mezclan software y métodos físicos. Un matrimonio entre lo tangible y lo virtual que se muestra también en este vídeo. En ambos casos se pueden activar los subtítulos en español.