En estos días de procesadores de multitud de núcleos, de salvajes módulos de memoria RAM, donde casi han desaparecido los tiempos de carga y la velocidad no tiene límites... las barras de progreso se han desvirtuado.
Sin embargo seguro que algunos recordaréis con nostalgia, otros con aversión, aquella época en la que los juegos y programas venían en un saco de disquetes de 3½, aquella época en la que instalar el Doom o el Duke Nukem 3D, se convertía en una verdadera odisea. El siguiente corto de animación nos refresca la memoria:
Sin embargo seguro que algunos recordaréis con nostalgia, otros con aversión, aquella época en la que los juegos y programas venían en un saco de disquetes de 3½, aquella época en la que instalar el Doom o el Duke Nukem 3D, se convertía en una verdadera odisea. El siguiente corto de animación nos refresca la memoria: